Beneficios de la construcción industrializada en madera
Sostenibilidad
La madera es el material más sostenible en su ciclo de vida, desde su extracción hasta su eliminación. Se trata de un recurso renovable que captura y almacena dióxido de carbono (CO₂), lo que contribuye a reducir la huella de carbono de la construcción y a mitigar el cambio climático. El uso de la madera en la construcción reduce el impacto medioambental, no solo por el propio material sino también por su facilidad de modificación y transporte.
0.1 Circularidad
El uso de madera certificada (PEFC y FSC) asegura una gestión sostenible de los bosques, que son reforestados y manejados de forma que aumenten su biodiversidad.
0.2 Recurso renovable inagotable
La industria forestal europea sigue estrictas leyes de reforestación que aseguran que se planten más árboles de los que se talan. De esta forma, construir en madera no solo disminuye el impacto ambiental, sino que promueve el crecimiento y la salud de los bosques.
0.3 Economía social
Desde la extracción a la industrialización, la madera nos permite respaldar una economía verde que beneficia tanto al entorno como a las comunidades rurales que dependen de él luchando contra el desempleo y la despoblación, así como fomentar la industria local con una fabricación de proximidad o con materia prima autóctona.
Versatilidad
La madera es un material flexible y adaptable, que puede usarse en distintas tipologías de construcción, desde pequeñas viviendas hasta edificios de gran altura. Su ligereza y resistencia la hacen ideal para estructuras prefabricadas e industrializadas, facilitando la construcción rápida y de alta precisión.
Esta versatilidad también permite diseñar estructuras eficientes y estéticamente atractivas, ajustadas a diversos climas y condiciones geográficas. Gracias a la tecnología y tratamientos actuales, la madera alcanza hoy niveles de resistencia y durabilidad comparables a otros materiales de construcción, cumpliendo con los estándares del Código Técnico de Edificación.
Esto la convierte en una opción ideal para proyectos de eficiencia energética que buscan minimizar el consumo de energía y reducir las emisiones de carbono.
Aislamiento
La madera destaca por sus propiedades térmicas naturales, lo que le confiere un excelente poder aislante. A diferencia de otros materiales, la madera puede evitar los llamados «puentes térmicos» de manera natural. Esto reduce la necesidad de sistemas de calefacción o refrigeración, permitiendo a los edificios construidos en madera alcanzar altos niveles de eficiencia energética y menores costos en climatización.
Al proporcionar un ambiente térmicamente confortable, la madera es ideal para edificios de bajo consumo energético (ECCN) y contribuye a un ahorro significativo en energía a lo largo de la vida útil del edificio.
Salubridad
Las propiedades naturales de la madera generan espacios más saludables y confortables. Estudios demuestran que la madera en interiores mejora el bienestar y reduce el estrés, creando un ambiente más agradable y productivo. Esto se traduce en beneficios no solo para los ocupantes, sino también para las empresas, ya que se ha observado una reducción en las ausencias laborales y un incremento en la productividad en entornos de trabajo con madera.
Además, la madera es un material orgánico, sin componentes tóxicos, que contribuye a un ambiente más limpio, con menos partículas en suspensión. Su textura y aspecto aportan una sensación de calidez que refuerza la relación positiva con el entorno, fomentando una mayor conexión con la naturaleza y una mejora en la salud emocional de las personas que habitan o trabajan en estos espacios.