Dos casas rurales de arquitectura pasiva en Ibero
18 noviembre, 2015Artículo del arquitecto Iñaki Archanco Mancho de BOA ECOARQUITECTOS sobre la construcción de las que van a ser las primeras casas rurales Passive Haus
En IBERO, población perteneciente a la Cendea de Olza, y que se encuentra a 13 km hacia el oeste de Pamplona, se están construyendo dos casas rurales según el Estándar Passivhaus.
El punto de partida son dos edificios existentes:
– El «Edificio este» es un edificio de planta irregular con fachadas dando al este y suroeste y hacia un patio interior en su límite oeste; con estructura de muros de carga de piedra, vigas de madera y forjados de bóvedas cerámicas sobre solivos de madera. La cubierta es de rasilla cerámica con capa de compresión apoyada en viguetas de hormigón.
– El «edificio norte», vacío en su interior, es de planta rectangular y de muy poca superficie; con la fachada norte dando a la calle y la fachada sur dando al patio de manzana.
El proyecto define la rehabilitación del «edificio este» y el derribo del «edificio norte».
La rehabilitación del “edificio este” se plantea manteniendo fachadas, medianerías y cubierta y vaciando el interior para realizar una nueva estructura apta para el nuevo uso:
– Antes de realizar el derribo interior se colocan unos pilares metálicos para soportar la cubierta.
– Tras la ejecución del derribo se realiza una nueva cimentación y una estructura de muros de carga y losas de CLT (madera contralaminada) de la casa STORA ENSO, diseñada y ejecutada por MADERGIA.
El objetivo es que la estructura de CLT quede vista en el interior de la vivienda: en las paredes y parte de los techos la madera quedará a la vista; en fachada las placas de CLT quedarán cubiertas al exterior con una fachada ventilada acabada en tarima.
La complejidad de la rehabilitación del “edificio este” proviene de su geometría de origen. Esto condiciona la distribución de los espacios interiores.
La empresa MADERGIA también se ha tenido que enfrentar en el diseño y cálculo de la estructura de CLT a la complejidad de la geometría. Además en su ejecución ha tenido que jugar con el condicionante de las preexistencias, que le han dificultado el proceso de puesta en obra.
En un edificio pasivo es de gran importancia conseguir una absoluta continuidad en el aislamiento térmico de la envolvente: tanto en cubiertas y fachadas, como en suelos y medianerías. En nuestro caso se ha tenido que colocar el aislamiento por el interior de la envolvente, para mantener al exterior la piedra de la fachada vista.
Bajo la solera y las zapatas corridas se ha colocado una placa de 14 cm de POREXTER-PLUS de NEOPOR (también en los bordes de la solera).
En las fachadas y trasdoses se ha colocado fibra de madera insuflada y manta de fibra de madera TERMOFLEX de GUTEX.
La elección de la estructura de muros de carga y losas de CLT (madera contralaminada) de STORA ENSO ha posibilitado que esta no tuviera que apoyarse en los muros de piedra, lo cual ha permitido que el aislamiento se pudiera colocar entre la nueva estructura y los muros de piedra.
De esta manera se han evitado los puentes térmicos de los frentes de forjado, pese a haber tenido que aislar por el interior. Una de las causas fundamentales de las altas demandas energéticas de los edificios es la falta de estanqueidad de los mismos. Al igual que es necesaria la continuidad del aislamiento a lo largo de toda la envolvente del edificio así es con la estanqueidad del mismo.
En la «vivienda este» se realiza la envolvente de estanqueidad por medio de láminas.
El resultado del PHPP para la «vivienda este» nos da una demanda de 17,38 kWh/(m2año), por debajo de los 20 kWh/(m2 año) que requiere el Passivhaus Institute para proyectos de rehabilitación en un clima como el de Ibero (Navarra)
Iñaki Archanco es Director de Proyectos en BOA ECOARQUITECTOS y es diseñador de casas pasivas certificado (Certified Passive House Designer)